viernes, 14 de junio de 2013

Plegarias en la noche, de Dennis Lehane



En los últimos años Dennis Lehane parece haber ingresado en las Grandes Ligas de la mano de su monumental Cualquier otro día y de Vivir de noche, galardonada con el premio Edgar y recién publicada en español. También ha alcanzado un amplio público gracia a varias adaptaciones de sus novelas, apartado en el que ha tenido suerte con las magistrales Mystic River y Adiós, pequeña, adiós, y algo menos con la versión que Scorsese hizo de la impactante historia que contenía Shutter Island. Incluso su nombre ha aparecido como firmante de algunos episodios de la serie de televisión más aclamada de los últimos años: The Wire.

Pero Lehane tiene antecedentes. Aunque el autor de Boston es un gran innovador de la novela negra, solo se le puede considerar un maestro porque también es un gran conocedor de su tradición. Y qué tradición más venerable en este género que las series de detectives. Cuando un novelista logra perfilar unos personajes redondos, es difícil que se resista a edificar una saga, y los detectives Kenzie y Gennaro son antológicos.



En esta ocasión nos centramos en Plegarias en la noche, la quinta entrega de la serie. Obviamente lo más apropiado es leer cada entrega de manera cronológica, pero también se pueden leer de manera desordenada, sobre todo para un primer acercamiento al universo de Lehane, a ese Boston sucio y plagado de delincuentes que él ha vivido desde dentro y que sabe describir como nadie.

Aunque en realidad Lehane tiene sus precursores. Basta abrir las páginas de Plegarias al azar para encontrarse con unos diálogos tan contundentes y frescos como los de George V. Higgins. Pero lo que sitúa a Lehane fuera de categoría es que no solo maneja con una habilidad electrizante los diálogos, sino que también es un perfecto ingeniero a la hora de elaborar los otros pilares de la creación novelística: sus personajes son inolvidables, cercanos, aterradores, divertidos, según las necesidades; y sus tramas están construidas a prueba de bombas.


Plegarias es uno de esos libros que hay que dejar para cuando se tiene un buen rato libre, porque una vez se ha empezado, se quiere llegar hasta el final. Es más, es casi imposible dejarlo según en qué momento. Kenzie y Gennaro han vuelto, y la mejor literatura negra de nuestro tiempo les acompaña.  

Editorial RBA
Traducción de María Vía

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