viernes, 18 de octubre de 2013

La espantosa intimidad de Maxwell Sim, de Jonathan Coe


Situar como protagonista de un libro “cómico” a una persona totalmente deprimida y a la que no paran de sucederle cosas horribles parece una elección arriesgada. Sobre todo si, como es el caso de La espantosa intimidadde Maxwell Sim, no se trata de machacar a ese protagonista o burlarse de él, sino de llegar a comprenderlo y acompañarlo.

Por eso, aunque la novela de Jonathan Coe entronca con una larga tradición británica que lleva a Caída y auge de Reginald Perrin y mucho más allá, y que se podría calificar como “la ridícula crisis de mediana edad masculina”, en realidad se trata de algo mucho más ambicioso, en el mejor sentido de la palabra. No es solo pasar el rato ridiculizando a alguien, sino seguir su viaje sentimental por los lugares, recuerdos y personas que han contribuido a formar su personalidad.




En algún momento de la novela se puede temer que Coe caíga en el simbolismo, en convertir a Maxwell Sim en una metáfora de la decadencia de Inglaterra. Pero por suerte la tentación pasa de largo, porque ninguna vida es una metáfora de nada. Por cierto, que la evocación de John Fowles y La mujer del teniente francés también se deja ver en la coda de la novela, en nuestra opinión innecesaria. Puede parecer un juego estimulante, pero queda un poco así.

Editorial Anagrama
Traducción de Javier Lacruz

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