jueves, 6 de febrero de 2014

Sociofobia, de César Rendueles


Sociofobia comienza con una imagen apocalíptica que ya se ha convertido en cliché desde que Cormac McCarthy la utilizara en La carretera. Pero César Rendueles decide no transitar estos caminos polvorientos, sino tomar una vía práctica. Pese a que el anunciado final del capitalismo como consecuencia de la crisis ha sido sustituido por la impresión de que todo sigue igual, para Rendueles algo tiene que cambiar. Pero internet no será el salvador, sino más bien el adormecedor.

Hay libros que nos reafirman en nuestras posiciones, otros que rechazamos con indignación, y la especie más valiosa, aquellos que desafían nuestras ideas preconcebidas y nos hacen reflexionar sobre cuestiones que habíamos apartado por diversos motivos. Lo singular de Sociofobia es que cuando nos encontramos con algún pensamiento concordante con nuestras posiciones empezamos a verle brechas, de repente todo parece demasiado sencillo o inverosímil. Después de todo, no deja de ser sorprendente que la conclusión de una disección compleja y matizada de la sociedad actual acabe con un llamamiento al sentido común, la “phrónesis” aristotélica. Malos tiempos en los que hay que demostrar lo evidente.




El escepticismo de Rendules ante las redes sociales y la cooperación cibernética, que en realidad lleva a un “activismo de pijama” que acaba con los verdaderos lazos sociales de solidaridad y acción, nos recuerda a Black Mirror, la famosa serie de Charlie Brooker. Llevado al absurdo, el tecnofetichismo crea una nueva alienación en la que todos estamos felices y satisfechos de ser tan “concienciados” y modernos. El lenguaje de Rendueles, que no se avergüenza de recurrir al coloquialismo pero que tampoco se detiene ante las referencias más académicas, aporta nuevos conceptos para describir un momento histórico de cambio (como todos, se podría añadir).

A veces Rendueles se muestra categórico, y aunque sus posiciones políticas siempre van acompañadas del matiz del escepticismo, en otros ocasiones, como en su ataque despiadado a la línea de flotación de las Ciencias Sociales, deja aparte los argumentos, como si fuera una verdad evidente en sí misma. También nos ha llamado la atención no ya que no se reivindique el sindicalismo, sino que en todo el libro no aparezca ni una sola mención al movimiento unitario por excelencia.

Uno de los puntos más delicados en toda la teoría de Rendueles es el de la propia coherencia. No juzgamos al autor, sino al lector mismo. Quizá lo que le ha acercado al libro es su bonita portada. O que haya visto en twitter comentarios muy positivos. Y después de leerlo, se pasará por diversos foros a glosarlo. O lo reseñará en un blog. Pero tampoco esto es lo más importante, la clave es sí las vías abiertas por el libro llevaran a alguna parte. Incluso para los que no crean el el corporativismo, la cuestión de la propia responsabilidad queda como ineludible.

Editorial Capitán Swing



No hay comentarios:

Publicar un comentario