jueves, 22 de enero de 2015

Nuevas maneras de matar a tu madre, de Colm Tóibín


Pese a lo que pueda decir cierto autor algo confuso y a menudo confundido, lo cierto es que habitualmente la mejor crítica literaria viene de los mismos escritores. Y si Colm Tóibín es uno de los mejores novelistas de la actualidad, lo que tiene que decir sobre algunas de las figuras literarias más relevantes del pasado siglo es del máximo interés. Por eso Nuevas maneras de matar a tu madre no defrauda: cada artículo está redactado con la profesionalidad que se podría exigir a un estudio académico y además tienen el plus de estar escrito por alguien con la sensibilidad, la capacidad analítica y el humor que se espera de todo gran novelista.

Es cierto que el título de esta colección de ensayos puede llevar a engaño, sobre todo porque la metáfora no está tanto en el verbo como en el objeto. La “madre” de la que habla Tóibin pocas veces es la verdadera madre de los autores que estudia, sino que en realidad a menudo se refiere al padre (incluso a los hijos), o a la tradición o a la patria (especialmente, Irlanda). En cualquier caso, siempre se trata de autores que tienen que desembarazarse de una pesada carga para conseguir la libertad suficiente que les permita desarrollar su arte.




Cada artículo se centra en señalados conflictos biográficos en los que los escritores (de Henry James a James Baldwin) son vistos con comprensión. Algunos pueden parecer más simpáticos (el trágico Hart Crane) y otros insoportables (en esto John Cheever se lleva la palma sin ninguna duda), pero en todos los casos Tóibin nos ayuda a comprender mejor el proceso casi freudiano por el que tuvieron que pasar todos los autores retratados para imponerse, y que pasaba por destruir sus familias (una vez más, tanto en sentido figurado como literal).

Se podría echar en falta una mayor presencia del propio Tóibin en estos perfiles. Pero ya sea por modestia o porque no lo encontrara relevante, en ningún momento menciona la propia obra ni influencias por otra parte evidentes. Si en la primera parte, dedicada a escritores irlandeses, podemos comprender algo mejor el ambiente que ha propiciado el que quizá sea el terreno más fértil del mundo para criar escritores, en la segunda parte se completa esta autobiografía fantasma con autores de todo el mundo, que comparten el mismo desgarro entre la fidelidad a las raíces y la necesidad de abrirse al mundo.

Editorial Lumen
Traducción de Patricia Antón de Vez

No hay comentarios:

Publicar un comentario